Cenaron marisco, mucho vino y posteriormente postres y champagne, así que todos iban muy contentos y algo pasados, motivo por el cual (sobre todo las chicas) ya habían pasado como 5 veces cada una por el retrete, aunque ellos no andaban lejos, y esque tanta bebida había que expulsarla.
Estaban todos sentados en los sillones del piso, conversando de todo un poco, Ángela sostenía una copa de champagne cuando le sobrevinieron otra vez las ganas, “-uf, otra vez igual, ya estoy hartita, que cada vez que está la conversación interesante tengo que levantarme”
“- Pues agáchate y méate en el suelo mujer, luego lo limpiamos jajaja” –le contestó Clara entre las risas de todos los presentes.
“-Pues no me lo digas dos veces que lo hago ¿eh? y te estreno la casa” –respondió Ángela.
Todos reían y Diego la retó “-no hay valor a hacer eso”
a Pedro parecía no hacerle mucha gracia toda esa situación, provocada sobre todo por el exceso de alcohol “-si hombre, que se ponga aquí a mearos el suelo, tu lo que quieres es verle el chumino a mi novia”
“-Hombre, pues fíjate que eso no lo había pensado yo” –le contestó Diego a Pedro.
Ángela se metió por medio -“Bueno, que pasa, ¿y si quiero vérselo yo que, eh? jajaja”
-“Pero si tu ya lo has visto mas de una vez en los vestuarios, bueno, me voy al w.c.”
-“Pues lo veo otra vez, ¿no lo ibas a hacer en el suelo?” –preguntó Clara
-“¿Hablas en serio?” –Respondió Ángela con otra pregunta.
-“Totalmente”
La cara de Pedro era un poema, la de Diego de sonrisa pícara.
-“Tío no te rías que no me hace gracia que esté aquí mi novia enseñando el coño”
-“No te preocupes Pedro, si después de Ángela voy yo jejeje” –intervino Clara
a Diego pareció no importarle demasiado, -“¿ves Pedrito?, al final vamos a ponernos las botas los dos jajaja”
Ángela no aguantaba más, bajó los jeans que llevaba puestos y se quitó acto seguido un tanguita negro, motrando un coñito totalmente rasurado.
-“Vaya, que bien te lo has arreglado para la ocasión, luego me dices que ya te lo había visto pero siempre tenías ahí tu pequeña selva” –le murmuró Clara, Ángela sonrió “-esque hay que cambiar el look que a mi Pedro le vuelve loco”.
Ángela se puso en cuclillas y empezó a soltar un chorro delante de sus 3 amigos, que la miraban boquiabiertos, -“¿estais alucinados eh? –preguntó Ángela., para acto seguido acabar con las últimas gotitas de la meada y ponerse en pie mientras caían las últimas gotas, quedando alguna deslizándose por sus muslos, para después sentarse en el sillón.
-“¿no te pones la ropa nena?” –preguntó Pedro
-“¿para que cariño?, si hace calor, además para que, si dentro de nada me volverán a entrar mas ganas, vamos Clarita, ¡ahora te toca a ti!”
CONTINUARÁ
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